viernes, 17 de abril de 2009

¿ES DIFICIL HABLAR DE SEXO?



Hablar con su hijo(a) sobre el sexo podría ser algo difícil de hacer. Es probable
que se sienta apenado(a) al hablar sobre el sexo. Tal vez piense que hablar
sobre el sexo hará que su hijo(a) adolescente quiera tener relaciones sexuales.
También podría darse el caso de que su hijo(a) parezca no querer hablar con
usted acerca del sexo.

No se preocupe. A muchos de los padres se les hace difícil hablar sobre
el sexo con sus hijos. El sexo es algo privado y personal. Si le es difícil hablar
sobre el sexo, siga estos consejos:

• Sea honesto(a). Explíquele su incomodidad a su hijo(a). Dígale que no
le es fácil hablar sobre el sexo—tal vez debido a su propia personalidad—
pero que usted piensa que es importante que su hijo(a) reciba información
de parte de usted.

• Si hay ciertos temas que le resultan incómodos, trate de hablar lenta,
calmada y suavemente.

• Ensaye hablar con su cónyuge, compañero(a), amigo(a) u otro padre
o madre. Saber lo que quiere decir y repasar las palabras podría facilitar
hablar sobre el sexo con su hijo(a) adolescente cuando llegue la hora.

• Si usted simplemente no puede hablar con su hijo(a) sobre el sexo, pídale
a su pediatra que le de información relacionada al sexo. Un tío o tía de
confianza o un ministro, sacerdote o rabí podría ayudarle. Finalmente,
muchos padres creen que es de ayuda darle un libro sobre la sexualidad
humana a sus hijos adolescentes.

“¿Querrá mi hijo(a) tener relaciones sexuales
si le hablo sobre el sexo?”

Los padres muchas veces temen que incluso hablar sobre el sexo podría
parecerle excitante a sus hijos y hacer que tengan relaciones sexuales.
Los adolescentes tendrán curiosidad sobre el sexo, independientemente
de que usted toque o no el tema. En varios estudios se ha demostrado
que los adolescentes cuyos padres hablan abiertamente sobre el sexo son
de hecho más responsables en cuanto a su conducta sexual.

Su guía es importante. Le ayudará a su hijo(a) adolescente a tomar
decisiones difíciles acerca del sexo y podría ser menos probable que se
exponga a contraer enfermedades de transmisión sexual o que tenga un
embarazo no planeado. Los adolescentes que tienen poca información sobre
el sexo (normalmente los adolescentes que se enteran sobre el sexo por medio
de los amigos) o que no tienen información en lo absoluto son las personas
con mayores probabilidades de tener problemas.

“Quiero hablar con mi hijo(a) adolescente sobre el
sexo, pero cada vez que trato de comenzar una
conversación, simplemente se me queda mirando”

No es siempre fácil hablar con su hijo(a) adolescente acerca de cosas triviales,
por lo que podría ser mucho más difícil hablar de algo tan privado como el
sexo. Su hijo(a) podría sentirse muy apenado(a) de hablar con usted acerca del
sexo. Podría tener miedo de que si le dice algo sobre el sexo, usted podría
usar esa información en su contra más adelante. También podría pensar que lo
que él(ella) piensa acerca del sexo es algo que a usted no debe importarle.

Los adolescentes necesitan su privacidad. Sin embargo, también necesitan
información y guía de parte de los padres. Trate de establecer un equilibrio.

Dígale a su hijo(a) adolescente que aunque usted preferiría que él(ella)
aceptara sus valores, él(ella) tendrá que tomar sus propias decisiones
sexuales. Dele a su hijo(a) una oportunidad de decirle lo que piensa y de
hacerle preguntas. Si su hijo(a) no dice nada cuando usted trate de hablar
sobre el sexo, diga entonces de cualquier manera lo que tenga que decir.

Su mensaje será escuchado. Si su hijo(a) está en desacuerdo con lo que tenga
que decirle o si se enoja, alégrese. Eso significará que su hijo(a) al menos
habrá oído lo que haya dicho. Esas conversaciones le ayudarán a su hijo(a)
adolescente a aprender a pensar en cuanto a sus acciones. También le ayudará
a desarrollar un sistema de valores sólido, incluso si es diferente al suyo.

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