lunes, 23 de febrero de 2009

Trastorno bipolar en niños y adolescentes



El trastorno bipolar es un grave problema de salud mental que afecta entre 1% y 5% de los niños y adolescentes

El trastorno bipolar se clasifica como un trastorno del estado de ánimo, y puede incluir dos tipos de perturbaciones del estado de ánimo: depresión y manía (alegria, muy exagerada o estado de ánimo irritable). El trastorno bipolar puede afectar todos los aspectos de un niño o adolescente, lo cual les causaba dificultades en el hogar, y en la escuela, llegando a tener problemas con sus compañeros de clase.

Es importante buscar una evaluación profesional, en el caso de que se observe este problema. Si estos síntomas están causando problemas en el niño o joven, y no son tratados debidamente, puede dar lugar a sufrimientos innecesarios. Es importante saber reconocer los dos tipos de perturbaciones del estado de ánimo (manía y depresión), que pueden ocurrir en el trastorno bipolar.

La depresión, a menudo caracterizada por un estado de ánimo triste o irritable, se presenta con algunos o todos de los siguientes síntomas:

-Pérdida de interés o placer en las cosas que normalmente disfrutan

-Aumento o disminución en el apetito o el peso

-Dificultad para dormir, o duerme mucho más de lo habitual

-Se siente cansado o agotado fácilmente

-Movimientos corporales ralentizados, o puede también sentirse agitado (no puede quedarse quieto)

-Sentirse sin valor o culpables

-Dificultad para pensar o concentrarse, dificultad para tomar decisiones

-Pensar en la muerte, el suicidio, o desear que nunca haya nacido

En el trastorno bipolar la manía anormalmente exagerada o un estado de ánimo muy alegre (super feliz, tonto, riendo de cosas que nadie más encuentra gracioso) o un estado de ánimo intensamente irritable. La manía puede incluir algunos o todos estos síntomas:

-Demasiada autoestima o creencia de que uno es mejor que los demás o tiene poderes especiales

-Necesidad de dormir mucho más de lo habitual para sentirse descansado

-Hablar más o más rápido que lo habitual

-Salto de una idea a otra, o tener pensamientos más rápidos que lo habitual

-Distracción

-Participar más de lo habitual en la vida social, el trabajo, la escuela, o actividades sexuales

-Participar más en actividades placenteras que tienen un alto riesgo de consecuencias negativas, peligrosas o de riesgo

Los síntomas de la depresión y la manía pueden ir hacia adelante y hacia atrás, o incluso se producen al mismo tiempo. Las alteraciones de ánimo también pueden desaparecer durante un período de tiempo, y luego regresar. Es común ver los problemas de estado de ánimo en estos cortos períodos, que pueden durar unos pocos días o menos, o "ciclo" de hasta varias veces al día.

Si sólo la depresión (y no la manía) ha estado presente en el niño o adolescente, él no puede tener un trastorno bipolar. Sin embargo, la depresión por sí misma es también un grave problema de salud mental que puede causar dolor y sufrimiento. Por lo tanto, cualquiera de los problemas de estado de ánimo debe ser evaluado por un profesional de la salud mental.

Evidentemente, los trastornos bipolares causan sufrimiento a un niño o adolescente afectado, consiguiendo problemas en el camino de sus relaciones con familiares y amigos y, a menudo, causando dificultades en la escuela. Los niños con estos trastornos comúnmente sufren de otros problemas de salud mental, como déficit de atención (Hiperactividad). Los padres sufren demasiado, a menudo se sienten culpables de que su hijo tenga esta enfermedad, así como también se sienten frustrados por su incapacidad para "hacerlo mejor". Los hermanos pueden sentirse celosos u olvidados, cuando el niño afectado parece tener toda la atención. El trastorno bipolar esta muy firmemente (aunque no completamente) vinculado a la genética, por lo que otros miembros de la familia pueden experimentar problemas similares de humor.

¿Qué tipos de tratamientos se utilizan?

Casi todos los niños con trastorno bipolar deben tomar medicamentos para ayudar a estabilizar sus estados de ánimo. Los medicamentos no curan las enfermedades - que les ayuda a reducir los síntomas. A menudo, más de un medicamento tiene que ser tratado antes de que los síntomas se estabilizan. Muchas veces, la combinación de dos o más medicamentos funciona mejor, si una medicación por sí sola no produce una respuesta satisfactoria.

Muchos de los medicamentos utilizados para tratar el trastorno bipolar pueden tener efectos secundarios no deseados. Ejemplos comunes incluyen el aumento de peso o somnolencia. Los padres pueden tener para ayudar a su hijo que tome las medidas necesarias (cambios en la dieta o el ejercicio, seguir un horario de sueño, etc) para hacer frente a estos efectos secundarios. Los padres no deben dudar en solicitar al médico las preguntas acerca de los medicamentos o efectos secundarios.

Los medicamentos generalmente son necesarias, pero no son el único tratamiento disponible. La psicoterapia a menudo es muy útil además de tratamiento con medicamentos. Un terapeuta o consejero puede ayudar a un niño o un adolescente aprender acerca de los trastornos bipolares, ayudarles a entender cómo hacer frente a los síntomas, la importancia de tomar la medicación, y la forma de trabajar activamente con otros miembros del equipo de tratamiento. La psicoterapia también puede ayudar a disminuir las posibilidades de recaída. Terapia familiar es útil también para ayudar a todos los miembros de la familia hacer frente a los disturbios y el sufrimiento causados por este grave problema de salud mental. Muchos niños y adolescentes con trastornos bipolares se deben recibir los servicios especiales en la escuela. Además, los padres de grupos de apoyo están disponibles en muchas comunidades y en la Internet.

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