¿Tu hijo está demasiado gordito? ¿Nunca sacia su apetito?
Es importante saber que muchas veces, bajo la solicitud constante de comida, el niño disfraza otras necesidades que ni siquiera sabe concretar, como la ansiedad o el aburrimiento.
Combátela así: Demuestra que quieres a tu hijo tal y como es. Cuando te pida comida, distráele proponiéndole otra actividad. Si puedes acompañarle, la ayuda será doble, pues tu atención lo motivará todavía más. De esta forma lo “alimentas” con estímulos, y no con comida que en realidad no necesita.Si quieres recibir más artículos como este subscribete gratuitamente a PADRES E HIJOS por Email
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