Sigue estos sencillos consejos para elegir el cuento más adecuado para tu hijo.
• Para iniciarse en el mundo de los cuentos, se sugieren los que están relacionados con la tradiciones y el folklore.
• Los cuentos de hadas ahuyentan pesadillas y temores nocturnos. El niño adquiere seguridad en sí mismo cuando comprueba que el protagonista ha sido capaz de vencer al lobo o a la bruja.
• Los cuentos que comienzan con la tradicional frase "Había una vez", tienen una gran fuerza evocadora. Tienen el poder de introducir al niño en un mundo diferente.
• Los libros con imágenes, viñetas o pictogramas provocan en el niño el deseo de comenzar a leer.
• Los cuentos populares que tratan temas y costumbres de nuestra sociedad ayudan al niño a conocer las tradiciones ancestrales.
CUENTOS PARA CADA EDAD
• A la edad de los dos años y medio, debemos empezar con los cuentos ilustrados.
• A los 3 años, debemos elegir cuentos que nos relaten historias sencillas y claras en cuanto a la idea y el lenguaje empleado. La acción debe ser lineal y no demasiado larga, ya que la capacidad de atención no está desarrollada a esta edad.
( Es importante que los cuentos no tenga un número excesivo de personajes).
• 4 años: Los cuentos apropiados para esta edad son los que intervienen personajes fantásticos, objetos extraños que hablan y se mueven, países maravillosos o ciudades encantadas.
• A los 5 años los niños prefieren personajes y situaciones más reales. Les gustan los protagonistas que son niños como ellos con los que puede identificarse. Esta es una buena oportunidad para introducir valores morales en las narraciones,
precisamente gracias a esta identificación.
• A partir de los 8 años los libros de aventuras y detectives incluidos les encantan. Éstos tipos de cuentos son muy útiles para trabajar ciertos valores
( empatía, solidaridad, amor, respeto, etc.)
• Desde los 12 años: En esta etapa lo misterioso y desconocido les fascina. Es recomendable novelas realistas que traten temas como el primer amor, los conflictos personales; novelas que reflejan realidades de su entorno social y que pueden ser utilizadas para seguir trabajando y reforzando valores.
Es cierto que los padres en su mayoría y por cuestiones de trabajo no disponemos de mucho tiempo para nuestros hijos, y lo único que queremos al final del día es llegar a casa y descansar; sin embargo déjame decirte que existen otras formas que también nos pueden ayudar a relajarnos como por ejemplo leerles a nuestros hijos.
Recuperemos los hábitos de las generaciones pasadas y cuéntale cuentos a tus hijos.
viernes, 23 de enero de 2009
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