sábado, 3 de octubre de 2009

Cefaleas Pediátricas, parte 1



Las Cefaleas Pediátricas Recurrentes representan un problema de salud clínicamente significativo para muchos niños y jóvenes.

Cerca de un tercio de todos los adolescentes en Estados Unidos se quejan de cefaleas y estos dolores de cabeza están entre los problemas clínicos más comunes de los escolares.

Aunque las tasas de prevalencia varían, las cefaleas recurrentes actualmente se presentan en cerca del 10% de todos los preadolescentes y arriba del 15% de todos los adolescentes.

En general, la cefalea pediátrica recurrente

1.-Típicamente aparece por primera vez alrededor de los 6 – 7 años de edad,

2.-Se vuelve más prevalente con la edad,

3.-Se presenta con más frecuencia en preadolescentes varones, y
Con más frecuencia en adolescentes femeninos.

Las cefaleas pediátricas son particularmente problemáticas pues pueden resultar en la utilización excesiva de servicios médicos y pueden producir prolongadas ausencias en la escuela.

Se ha encontrado que los niños que sufren de dolor de cabeza pierden 2.5 veces más días de clases, que los que no los sufren (Abu-Arefeh & Russell, 1994). Adicionalmente, niños y jóvenes con cefaleas recurrentes tienen más riesgo de aislamiento social, deterioro académico y pérdida de habilidad para enfrentar las demandas de las clases.

De manera general, se ha encontrado que los niños con cefaleas recurrentes experimentan incapacidad en su funcionamiento escolar y social, comparable con otros niños portadores de enfermedades crónicas significativas (Powers, Patton, Hommel & Hershey, 2003).

Las cefaleas recurrentes se caracterizan por episodios de dolor repetidos, que se experimentan a lo largo de varios meses y que ocurren en ausencia de causas médicas bien definidas.

Las cefaleas recurrentes más comunes en los niños son:

La cefalea migrañosa, pulsátil, frontal, lateralizada, acompañada de fotofobia (molesta a la vista la luz intensa) y nauseas.

La cefalea tensional, pulsátil, occipital, que se irradia al cuello y a los hombros.
Los principales problemas asociados con la cefalea, se refieren a la potencial presencia de una patología orgánica. Síntomas significativos incluyen un dolor progresivamente más intenso, deterioro intelectual, cambios en la personalidad y claudicación en las funciones. Un médico debe desechar las probabilidades de causas orgánicas.

Así pues, en este modelo, las cefaleas no son indicativas de psicopatología (locura), ni éstas son causadas únicamente por eventos “estresantes” o son por la reactividad del niño.

En lugar de esto, tanto la reactividad autonómica del niño, como los estímulos que la producen, son importantes para entender, al menos en parte, la etiología de las cefaleas recurrentes (Zeltzer, Barr, McGrath & Schechter, 1992).

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